sábado, 21 de junio de 2014

Tabaco: un carcinógeno por excelencia

El consumo de tabaco es la principal causa evitable de enfermedad y muerte en el mundo.
Por año mueren 5,4 millones de fumadores y, de no intervenir con medidas de control adecuadas, se espera que esta cifra aumente a más de 8 millones en el año 2020.
En Argentina, el tabaquismo es responsable de más de 40.000 muertes por año, y la sociedad gasta 19 millones de pesos por día para atender las enfermedades que produce el consumo de cigarrillos.

Si bien la mayoría de las enfermedades graves relacionadas con el consumo de tabaco aparecen dos o tres décadas después de empezar a fumar, el consumo de tabaco afecta la salud del fumador desde el momento en que éste comienza a fumar. Se calcula que los fumadores viven 10 años menos que los no fumadores. Las causas de muerte más importantes relacionadas con el consumo de tabaco son enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades respiratorias.

Según un estudio publicado en 1954, los varones fumadores tenían 24 veces más probabilidades de morir de cáncer de pulmón y que ese riesgo era proporcional al número de cigarrillos fumados. Nueve de cada diez casos de cáncer de pulmón están relacionados con fumar. Además tienen más probabilidad de padecer cáncer de boca, labios, lengua, laringe y faringe.



Sabiendo estos datos nos preguntamos… ¿ Por qué la gente fuma?
La respuesta es multicausal: se combinan factores biológicos, como la edad y el sexo, factores sociales y factores personales, como la baja autoestima, estrés, depresión, sumado al fácil acceso al tabaco, ya sea por la venta sin restricción o el bajo costo y la normalización del consumo en la sociedad. Esto hace que sea una droga aceptada socialmente.

¿Qué contiene un cigarrillo?

En la antigüedad, los cigarrillos eran un manojo de hojas de tabaco enrolladas a mano dentro de un papel. Hoy, para abaratar costos, se usan hojas y desechos como tallos y polvillo además de 600 aditivos. El humo del cigarrillo contiene 4.000 sustancias químicas. Se sabe que más de 50 de éstas pueden producir cáncer. 

Producen dos tipos de humo:

  •           Humo principal (15%): es el que respira el fumador. Contiene menos productos tóxicos ya que es filtrado por los pulmones del fumador.
  •         Humo lateral o secundario (85%): es el que se desprende de cualquier cigarrillo encendido. Libera más productos tóxicos que el humo principal, ya que no es filtrado previamente por el filtro del cigarrillo ni por los pulmones del fumador.


Nicotina: alcaloide vegetal que ingresa al organismo suspendido en las partículas de alquitrán. El 95% de la nicotina que se aspira llega al pulmón. De ahí pasa a la sangre y alcanza los distintos órganos en sólo 7 – 20 segundos. La nicotina actúa en el cerebro liberando el neurotransmisor dopamina. Esto produce placer, alegría y aumento del estado de alerta. Desaparece a los pocos minutos. La exposición continua a la nicotina aumenta 2 a 3 veces el número de receptores nicotínicos en el cerebro.



Monóxido de carbono: el CO 250 veces más afín a la hemoglobina que el oxígeno. Cuando el CO se une a la hemoglobina formando carboxihemoglobina, le quita el lugar al oxígeno.  Además el CO eleva el colesterol acelerando la formación de placas de ateromas en las paredes arteriales.

Alquitrán: es un residuo negro y pegajoso compuesto por muchas sustancias químicas, algunas de las cuales son carcinogénicas. Entre ellas se encuentran hidrocarbonos aromáticos policíclicos, aminas aromáticas y compuestos inorgánicos. Contiene benzopireno, muy tóxico, que lesiona el materia genético de las células y produce cáncer en los órganos con los que entra en contacto.

Aditivos: son ingredientes que se le agregan al tabaco. Ayudan a esconder el gusto áspero y amargo de la nicotina. El principal es el azúcar, pero se encuentran el mentol, sales inorgánicas, extractos de plantas y el amoníaco, que cambia el pH del humo y aumenta la absorción de nicotina, haciendo que el cigarrillo sea más adictivo.

La fase gaseosa contiene moléculas potencialmente carcinogénicas como óxidos de nitrógeno, isopreno, butadieno, benzeno, estireno, formaldehído, acetaldehído, acroleína y furano, mientras que la fase de partículas cuenta con carcinógenos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), nitrosaminas, aminas aromáticas y metales (cromo, níquel, cadmio). El efecto individual de los carcinógenos del tabaco es difícil de estudiar a nivel molecular, debido a que la exposición es a nivel crónica, pero está comprobado su relación con la carcinogénesis.

En cada bocanada de humo ingresan al organismo 1015 radicales libres, explicando el stress oxidativo que sufren las células de fumadores.




El cáncer de pulmón representa la primera causa de muerte por tumores malignos en la Argentina: un 35% de las muertes por cáncer en el hombre y un 6,9% en la mujer. Esto es equivalente a 40 muertes diarias en nuestro país. Según el Consenso Nacional de Cáncer de Pulmón, firmado por distintas asociaciones médicas, casi el 90% de los casos se asocian al hábito de fumar. Se estima que 37 de esas 40 muertes diarias son evitables.
Es el resultado final de la acción de múltiples factores que lesionan el epitelio bronquial y es el tipo tumoral más importante en cuanto a mortalidad en el mundo occidental. El principal agente ambiental implicado en la carcinogénesis pulmonar es el tabaco. Además existen factores genéticos y metabólicos en las enzimas implicadas en la metabolización de carcinógenos, o los defectos que afectan a los genes relacionados con la reparación de los errores del ADN. Se desarrolla como consecuencia de la acumulación de múltiples alteraciones moleculares que afectan a secuencias génicas que codifican proteínas relacionadas con el control de la proliferación celular, la diferenciación y la apoptosis. Entre las mismas se encuentran proto-oncogenes (reguladores positivos del crecimiento), genes supresores de tumores (reguladores negativos del crecimiento) y genes relacionados con el control de los mecanismos de muerte celular programada.




Alteraciones en genes supresores del crecimiento celular: La proteína p53, de locus cromosómico (17p13) se encuentra delecionado frecuentemente. Se asocia al consumo de tabaco. También se encuentra alterada la p16-ciclina D1-CDK 4-RB, vía fundamental del control de la transición G1-S en el ciclo celular. La inactivación del gen de Retinoblastoma constituye un evento común en cáncer de pulmón.

Genes relacionados con el control de la apoptosis: El gen BCL-2, gen antiapoptótico, se encuentra anormalmente expresado.

Otros factores moleculares: la telomerasa se encuentra reactivada en una alta proporción de los tumores de pulmón. Se asocia a la proliferación celular, más que a un factor oncogénico. Las células tienen mayor probabilidad de acumular mutaciones responsables del desencadenamiento del proceso tumoral.



Bibliografía: 

- Patología estructural y funional. Vinay Kumar, Jon.C. Aster, Nelson Fausto and Abul K. Abbas 8va edición.

- http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed

- http://www.scielosp.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1020-49891998001200015

- http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-519X2007000100006

- http://www.revistadepatologiarespiratoria.org/descargas/pr_10-1_50-54.pdf

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